Es un hecho, que la situación de la gestión de los residuos domésticos y los pagos en efectivo varían mucho de un país a otro dentro de Europa.

En el caso de los residuos domésticos, nos encontramos con situaciones como la de Alemania o Noruega, dos países donde los Ayuntamientos quieren hacerse con la gestión total de estos residuos; o la de Bélgica, donde el sector privado puede participar en concursos para optar a la recogida puerta a puerta y posterior gestión de los residuos.

FER siempre ha defendido y trabajado para que se la red capilar de gestores actúen como puntos de entrega de cercanía, con el objeto de completar el servicio que prestan los actuales recintos municipales y, de esta forma, ofrecer a los ciudadanos alternativas cercanas a su domicilio para depositar sus residuos domésticos, voluminosos (electrodomésticos, etc.) o peligrosos para el medio ambiente (baterías, etc.).

Pero, ¿cuál es la situación en los países de la UE?

Los Residuos Domésticos

La situación de los residuos domésticos en Europa varía mucho de un país a otro. Hay países en donde los Entes Locales tienen la absoluta supremacía en la gestión, mientras que en otros es habitual la libre competencia o, incluso, que el sector privado puede acceder a las concesiones en igualdad de condiciones.

En el primer caso están Bulgaria, Alemania o Noruega. En Noruega, los Ayuntamientos quieren gestionar directamente el residuo doméstico y el procedente de la recogida organizada por los SIG, hecho que puede generar importantes problemas en un futuro no muy lejano. Algo similar sucede en Alemania, en donde los municipios aspiran a monopolizar la gestión del residuo doméstico y comercial, dejando al margen a los gestores. En Bulgaria, sólo se pueden entregar los residuos en los puntos limpios y no se pueden entregar a los gestores.

Hay otros países en donde no existe una regulación clara en torno a la gestión del residuo doméstico, como es el caso de Reino Unido o de Austria. En el caso de este último país centroeuropeo no hay unas normas precisas, se supone que si el residuo está en la calle son los Ayuntamientos quienes han de hacerse cargo de él, aunque esto no impide que los gestores también puedan recogerlos en las casas.

En Austria, el sistema funciona bien y no tienen problemas con los SIG, aunque los Ayuntamientos tienden a querer gestionar el residuo doméstico, ya que tienen la impresión de que puede ser una forma de obtener ingresos.

En el caso de Bélgica, los ciudadanos son responsables de entregar los residuos al Ayuntamiento pero si se organizan licitaciones de recogida puerta a puerta existe libre competencia para que los gestores puedan participar en ellos y se hagan con la gestión.

Casos mixtos son el de Holanda o Hungría. En Holanda, el residuo depositado en la calle pertenece a los Entes Locales, aunque esta norma no impide que los ciudadanos puedan entregarlo en planta a los gestores directamente. En Hungría, los Ayuntamientos se hacen cargo de la fracción resto y los ciudadanos pueden entregarlo en las plantas a los gestores, aunque estos no pueden hacer recogida puerta a puerta. Además, el Gobierno de este país ha creado un SIG a través del cual recauda el dinero, y luego lo redistribuye a los recogedores y recicladores.

Por último estaría el caso de Francia, donde no hay problemas con el residuo doméstico y los Entes Locales pero sí con los SIG.

Los Pagos en Efectivo

En España, desde finales del año 2012, no pueden pagarse en efectivo las operaciones en las que alguna de las partes intervinientes actúe en calidad de empresario o profesional, con un importe igual o superior a 2.500 €. No obstante, esta limitación no afecta sólo a nuestro sector, si no a cualquier operación  en donde alguna de las partes actúe en calidad de empresario o profesional.

La situación de las compras y los pagos en efectivo también es variable en el resto de países de la Unión Europea. En Austria, donde los medios de comunicación le están dando mucha cobertura a los robos en las vías ferroviarias, los recuperadores están siendo muy precavidos con las compras en efectivo.

En Francia, desde el año 2011, están prohibidos los pagos en efectivo en transacciones de metal entre profesionales y particulares. Bélgica por su parte, acaba de aprobar la prohibición de compras en efectivo de cable de cobre. En la misma línea, Bulgaria, prohibirá que los ciudadanos vendan la chatarra a los gestores.

En Inglaterra y Gales están prohibidos los pagos en efectivo en el sector desde diciembre de 2012, con la excepción de algunos comerciantes itinerantes autorizados con un permiso específico y desguaces, que si pueden pagar en efectivo.

Por su parte, en Portugal existe una limitación para el sector de cincuenta euros en el pago en efectivo. Además, hay obligación de identificar y almacenar de forma separada cada entrada en las plantas durante un mínimo de 72 horas.

 

Compárte este artículo

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn
  • Email
  • RSS