La Orden IET/1491/2013, publicada el pasado mes de agosto, ha supuesto un incremento en el coste energético, que en muchos casos supera el 100%, y un punto de inflexión en la viabilidad de todo el sector del reciclado.

Por ello, FER , a través de diversas acciones, ha puesto en conocimiento del Ministerio de Industria, Energía y Turismo y del de Economía y Competitividad las graves consecuencias que el actual coste de la tarifa eléctrica puede tener para el sector del reciclaje. Asimismo se les ha transmitido algunas propuestas que podrían paliar esta situación.

 

 La actual coyuntura económica está afectando de manera especial a la industria del reciclado. Una industria que, en los tres últimos años, ha visto como sus principales flujos de material, los residuos de fabricación de bienes y los bienes fuera de uso, disminuían drásticamente y como su actividad caía en torno al 50%.

A esta crítica situación ahora hay que sumarle el desmesurado y repentino aumento del coste de la energía eléctrica que en algunos casos, como las plantas de fragmentación de residuos a reciclar, es equiparable al coste de la mano de obra.

 

¿Qué consecuencias podría tener la subida energética para el sector?

Tanto en la reunión mantenida con el Subdirector General de Análisis Sectorial de la Dirección General de Política Económica como en los escritos enviados a ambos Ministerios FER ha hecho especial hincapié en recalcar las principales consecuencias que puede acarrear esta situación:

  1. Pérdida de Competitividad. La diferencia entre el coste energético español y el de otros países vecinos puede provocar que nuestras industrias pierdan competitividad frente a las extranjeras. Puesto que, al asumir costes más altos sus servicios serán más caros y, por lo tanto, ofertarán en peores condiciones.
  2. Destrucción de puestos de trabajo. La incapacidad de acceder a material para reciclar tanto en el mercado español como en los mercados internacionales va a llevar indefectiblemente a las empresas a cerrar con la consiguiente destrucción de puestos de trabajo.
  3. Deslocalización de las plantas de tratamiento. La gran diferencia de costes de proceso, en comparación con países vecinos y pertenecientes al Mercado Único como son Francia o Portugal, favorece que las nuevas inversiones en plantas de tratamiento se realicen fuera de España.
  4. Incumplimiento de los Objetivos de Reciclado. El Estado español ha de cumplir las Directivas Europeas, las Leyes nacionales, los planes de Residuos y los porcentajes de reciclaje en ellos planteados. Al hacerse inviable el proceso de tratamiento las tasas de reciclaje disminuirían. El incumplimiento de la normativa europea se traducirá en sanciones para el Estado.
  5. Mayor Dependencia de Materias Primas extranjeras. El sector del reciclado es el principal proveedor de muchas materias primas, sobre todo metálicas. Así, el 80% del acero que se produce en España se hace a partir de chatarra de acero reciclada, en su mayor parte de origen nacional. En el caso del plomo es el 100% y en el aluminio o el cobre en torno al 50%. Si desaparece la industria recicladora española todas esas materias primas habrán de ser importadas con lo que nuestra industria será totalmente dependiente de mercados exteriores con el riesgo que ello conlleva.

¿Cómo se puede solventar esta situación?

Para tratar de frenar el posible colapso del sector reciclador, FER ha solicitado a Gobierno que se tomen medidas como:

  • La moderación del precio de la energía eléctrica de manera que el mismo sea razonable para la supervivencia del tejido productivo español, y
  • la modificación urgente de la actual Orden IET/1491/2013 de tal forma que se abaraten las tarifas de acceso.

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