En el año 2013, la European Chemicals Agency (ECHA) recomendó que el plomo metálico se clasificase como tóxico para la reproducción en niveles superiores a 300 ppm, es decir, al 0,03%.

Teniendo en cuenta que en el sector del metal es imposible tener materiales con una pureza del 100% y que es muy frecuente que el plomo se encuentre como impureza en los metales primarios o reciclados, según esta recomendación todos estos metales con más de un 0,03% de plomo se deberían considerar peligrosos.

En la actualidad, la Norma Europea del aluminio EN 1706:2011, referente al aluminio y aleaciones de aluminio, permite la  presencia de plomo en porcentajes del 0,2% al 0,4% mientras que la Norma Europea EN 13920, referente a las chatarras de aluminio, establece unos porcentajes inferiores, del 0,1% al 0,2%, pero en todo caso muy superiores al 0,03.

Por lo tanto, si se tuviese en cuenta la recomendación de ECHA, cabría el riesgo de que tanto la chatarra de plomo como prácticamente toda la chatarra férrica y no férrica fuesen consideradas como residuo peligroso.

Este hecho, sin lugar a dudas, tendría un fuerte impacto en todo el sector del reciclaje, ya muy castigado por otro motivos, y afectaría seriamente a su viabilidad, puesto que:

  1. Obligaría a prácticamente todo el sector a autorizarse como gestor de residuos peligrosos. Hecho que, a día de hoy, muchas empresas no pueden afrontar.
  2. Complicaría enormemente la gestión documental de estas chatarras (DCS, etc.).
  3. Reduciría la posibilidad de entrega de estas chatarras. Muchos clientes finales (fundiciones, refinadores, etc.) tendrían que adaptarse para poder procesar “materiales peligrosos” o directamente no aceptar estos materiales, por no poder darles una salida dado su carácter de “peligroso”.
  4. Limitaría la exportación, dado que la normativa europea restringe la exportación de residuos peligrosos.

Ante este panorama, y para evitar nefastas consecuencias para el sector, toda la industria del metal europeo se ha unido para luchar en su contra. Así, las distintas asociaciones europeas implicadas, inclusive la recién creada EuRIC, han actuado ante la Comisión Europea  y a nivel nacional las diferentes asociaciones estatales (FER, FEAF, ASSOFERMET,…) hemos actuado ante nuestras autoridades nacionales.

Finalmente, el gran trabajo realizado para transmitir a las autoridades competentes la gran preocupación existente en la industria del metal sobre las adversas consecuencias que iba a tener para su cadena de valor esta recomendación ha tenido éxito y a finales del mes pasado, en el REACH Member State Commit se decidió posponer la reclasificación del plomo metálico (sólido) en el porcentaje del 0,03% como tóxico para la reproducción.

Por supuesto toda la industria se mantiene atenta, dado que este riesgo se sigue considerando una grave amenaza para el sector.

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